El empate cosechado por el Chelsea en Anfield Road acerca cada vez más el título a los pupilos de Conte
Alineación del Chelsea: Courtois; Azpilicueta, David Luiz, Cahill (c); Moses, Matic, Kante, Alonso; Willian, Diego Costa, Hazard.
Alineación del Liverpool: Mignolet; Milner, Matip, Lovren, Clyne; Wijnaldum, Henderson; Emre Can; Lallana, Coutinho, Firmino.
Torneo: Premier League, jornada 23
Árbitro: Mark Clattenburg
Estadio: Anfield (53.157)
Subtitulando la crónica del partido con "empate cosechado" parece que dejamos de lado al Liverpool, como si no hubiera jugado el partido y no van por ahí los tiros. "Empate cosechado" porque el Chelsea se plantó en Anfield a jugar su partido, defensivo, a matar a la contra, y sobre todo, a no permitir que un competidor directo como es el Liverpool de Klopp le recortase tres puntos en su carrera por el ansiado título de la Premier League.
La batalla entre dos de los grandes de la liga inglesa iba a comenzar, y no estaba en juego solo el orgullo, sino también gran parte del titulo liguero en Inglaterra. El campo de la batalla no podía ser mejor: Anfield, lleno con más de 53.000 almas apoyando a su equipo para que venciese al líder y reviviese una lucha por el liderato que parecía ya tener ganador desde hacía varias jornadas. El contexto de cada equipo era bien distinto. Mientras los londinenses venían de ganar plácidamente al Brentford en la eliminatoria de la FA Cup, el Liverpool venía de una semana negra, cayendo eliminado de semifinales de la EFL ante el Southampton, perdiendo en liga ante el Swansea, y cayendo de la FA ante el Wolves, equipo de segunda división.
Con los habituales en cada equipo, menos un Sadio Mane, que no estaba al 100% tras su participación en la Copa África, y Pedro, en el banquillo dejando paso a Willian, comenzó el partido. Los primeros minutos, el conjunto local dio una falsa percepción de dominio sobre el conjunto visitante. Los blues estaban cómodos asentándose en la defensa, esperando los ataques de un Liverpool arropado por su afición al que no le valía otra que ganar, dejar de lado una semana negra y recortar puntos al líder.
En los primeros compases del partido, con el Chelsea esperando atrás, la pelota estaba constantemente bajo el dominio del Liverpool, con su capitán Henderson creando las jugadas que salvo en una ocasión, no llegaban a inquietar la portería del meta belga. Y esa ocasión fue un tiro de fuera del área, poco más que añadir, partido de 0-0 o que se llevaría el Chelsea matando a la contra. En el minuto 15, cuando Conte vio que la presión del Liverpool podía pasar factura decidió adelantar las líneas. Esto generó que la creación de la jugada ya no pasase por los pies de Wijnaldum y Henderson, sino de los centrales "reds", con un trato de balón mucho menos exquisito, que desembocó en numerosas pérdidas en zonas comprometidas. El Chelsea iba aumentando protagonismo en el partido.
En el minuto 24 llegaría el gol de los visitantes en una jugada un poco polémica. Tras una falta alejada y escorada de la portería de Mignolet, parecía que Willian se disponía a lanzar la falta. En el último momento, y con el portero del Liverpool despistado, David Luiz lanzó la falta antes de que el árbitro se lo indicase, ya que ninguno de los jugadores visitantes había pedido la distancia. Le bastó con que su disparo encontrase portería. Y así lo hizo. Conte, con el partido que había planeado se encontraba ya por delante en el marcador y sin mucho sufrimiento. Esta jugada, de astuto, me recuerda mucho a aquel gol de falta de Messi al Atlético de Madrid en el Camp Nou.
Saltaban las alarmas en el club londinense, ya que David Luiz, bastión defensivo del Chelsea hasta la fecha, y el jugador más determinante de la primera parte, no solo por el gol sino por la seguridad que ofrecía, cortando todo lo que pasase cerca y corrigiendo errores de Cahill y Azpilicueta se echó la mano a la rodilla. En una disputa de balón tras un error en la salida, pisó mal y acabó tendido en el suelo. Finalmente el central brasileño pudo continuar.
El plan del partido varió ligeramente ya que con el gol, el Chelsea se vino arriba y disfruto de alguna oportunidad más. Posteriormente, el Liverpool volvió a tener el balón en sus dominios, pero ni siquiera como el principio del partido en el que tenía un control total de la posesión, aunque muy estéril. Por ello podemos decir que el Chelsea dominó el partido con una buena colocación de las líneas defensivas, a la par de un gran trabajo que ya viene siendo habitual, incluso de hombres como Hazard. La estrategia del falso 9, con una gran movilidad de todos los atacantes que planteo Klopp, no tuvo sus frutos, ya que en ningún momento de la primera parte consiguieron romper las lineas blues.
La segunda parte tuvo ciertas similitudes con la primera, con un Liverpool apelando a la heroica y saliendo a dominar al Chelsea. Con una diferencia, probablemente el cansancio pasó factura a los chicos de Antonio Conte, lo que se tradujo en errores defensivos y más llegadas a portería. Aun así, el Liverpool seguía sin sobrepasar el esquema defensivo plantead por Conte: su unica ocasión, errada por Firmino, fue fruto de un rechace que perjudicó a la defensa del Chelsea.
El empate de los visitantes llegó en la primera ocasión que realmente supieron romper las líneas. Henderson, clave en todo el ataque y defensa del Liverpool dio un pase a las espaldas de Moses, viendo la llegada de Milner. Este, centro el balón con un testarazo. Tras un mal despeje de Moses, el balón le cayó a Wijnaldum que llegaba desde segunda línea y batía a placer a Courtois. Creció el Liverpool con el gol, que necesitaba la victoria, y aunque no controlase la posesión, llegaba a puerta con relativa más facilidad. Inmenso Henderson en todas las facetas del juego.
Y por esto mencioné la similitud entre la primera y la segunda parte: para salir de la presión de los locales, la táctica utilizada por el Chelsea fue la misma que en la primera parte, subir la linea de presión. En el 75 pudo cambiar el partido totalmente, y la Premier. En un contragolpe, Diego Costa recorta a Matip, y la pierna del central alemán contacta con la rodilla del hispano-brasileño sin tocar balón. Aunque el contacto es mínimo, el penalti es de libro. 3 minutos antes, el extremo belga Hazard había salido del campo dejando su sitio a Pedro, por lo que el penalti era para Costa. La pegó rasa, a la derecha del portero y Mignolet atajó el penalti.
Tras el penalti, el equipo de Conte decidió matar el partido con el balón en sus pies "la mejor defensa es un buen ataque". En tramos, consiguió su objetivo, dormir el partido, con un Cesc Fabregas que había entrado en los minutos finales por Willian. Pero teniendo a Pedro fresco en el ataque, nunca sabes que puede ocurrir. Hasta dos fueron las ocasiones en las botas del extremo español. Interesante que cuanto más se acercaba el final y más necesitaba el gol el Liverpool para llevarse el partido, más lejos estaban del mismo. ¿Será verdad que el equipo está fundido por la falta de rotaciones, como indican numerosos analistas ingleses?.
Por su parte, los cambios introducidos por Klopp, no alteraron la dinámica del juego, quizá por lo tardío de los mismos, o porque el internacional senegalés Sadio Mané no estaba en sus mejores condiciones. Los realizadores de la Premier tomaron varios planos de Mane en el banquillo con una bolsa de hielo en su rodilla derecha. Probablemente arrastrase alguna molestia de su participación en la Copa Africa de Naciones.
En definitiva, el partido termino sin mas sobresaltos que un flojo cabezazo de Firmino, directo a las manos de Courtois en los últimos minutos, que enmudeció a todo Anfield. Empate merecido entre dos conjuntos que plantearon el partido de forma totalmente distinta. El partido tuvo más entusiasmo por las entidades enfrentadas, y lo que estaba en juego que por el propio fútbol desplegado por ambos conjuntos. Tras ver los resultados de la jornada, en la que el Arsenal ha perdido, y los Spurs han empatado, para mí el claro ganador de esta batalla grisácea fue el conjunto dirigido por Antonio Conte, que se reafirman en su liderato,
Estrellas y estrellados del partido: de jugadores, destacar el primer tiempo de David Luiz, y el segundo de Henderson, y si tuviera que quedarme con un MVP de todo el partido, ese sería el capitán red. También destacar la labor de Antonio Conte, que supo leer lo que su club necesitaba en cada momento del partido (adelantando o retrasando las líneas, con los cambios que fueron realmente acertados etc.). Como gran "estrellado" del partido, Joel Matip, no solo por su error en el penalti que posteriormente falló Costa, también cometió numerosos errores en la salida del balón que pudieron acabar en desgracia para el Liverpool.
Espero que les haya gustado la crónica de este partido, para cualquier duda o comentario, aquí dejo mi twitter @futbolt110 ¡Un saludo!.
